Sócrates, nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a.C, la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Murió a los 70 años de edad, en el año 399 a. C. defendiendo sus ideales y aceptando una condena e ingiriendo cicuta, como método elegido de entre los que un tribunal, que le juzgó, le ofrecía para morir por no reconocer a los dioses atenienses y por, según ellos, corromper a la juventud. La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de allí construir conocimientos más sólidos, era una persona increíblemente humilde e inteligente, y afirmaba de sí mismo la célebre frase “sólo sé que no sé nada”.
Desgraciadamente hechos como los ocurridos con Sócrates, siguen sucediendo en la actualidad, con personas como Martin Luther King, (el mayor de los defensores de los derechos de los afro-americanos en EE.UU), asesinado por un hombre que no compartía los mismo ideales que él. También encontramos casos recientes como el asesinato del ex-presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy cuyo asesinato fue porque sus asesinos no compartían sus ideales ni su forma de gobierno.
Se puede decir que el Mito de la Caverna de Platón nos sirve como un claro ejemplo en la actualidad y el cuarto poder de esta sociedad, como son los medios de comunicación, podrían enmarcarse en la alegoría de Platón.
Los medios de comunicación actualmente no cumplen sus verdaderas funciones, sino que son corruptos, al igual que nombraba Platón a los sofistas. Ya que han pasado del objetivo de informar y mostrar a la gente la verdad de las cosas a estar implicados en los excesivos y oscuros lazos informativos y económicos con políticos y empresas, que su finalidad es convencer a la gente de sus patrañas para beneficiarse ellos mismos. Esta función está plasmada en el Mito de la Caverna como la de los porteadores de los objetos físicos, siendo estos los medios de comunicación que proyectan sus ideas para que a la otra parte del muro, los prisioneros, siendo estos la mayoría de la humanidad, puedan ver a través de la pared o actualmente la TV las ideas de los medios.
Para huir de esta caverna de la actualidad, se necesita una crítica del lenguaje para valorar las sombras producidas por los medios y con nuestra propia crítica darnos cuenta de esa noria de la mentira por la cual nos intentan engañar y ascender hacia la salida para darse cuenta de las mentiras cometidas por los porteadores a partir de este momento se irá en busca de la verdad y de la Razón.
Toni Garañena Verdeguer